La editora Estuario viene publicando antologías temáticas en cada una de las cuales once escriben y once ilustran. Tuve la oportunidad de elegir entre escribir un relato de aventuras o uno erótico. Ahora que pienso, tal vez sean la misma cosa, pero no dudé en decantarme por la pulsión amatoria, tara que profeso confesamente, como lo atestigua “Relajo”, el libro de cuentos que salió el año pasado bajo los auspicios de Trópico Sur, y sobre el cual parece que voy a conversar en Radio Uruguay el jueves que viene.
En el caso del relato que integra este nuevo libro colectivo, bautizado “Contacto”, hurgo en una de las vertientes del erotismo que me parece han sido descuidadas por la literatura y aun por el cine, incluso por el más extraño, aunque baste decir esto para que empiecen a saltar los ejemplos que me contradigan. Me parece que el asunto ha sido tratado más bien por alguna disciplina que aún no goza de un lugar canónico pero que hace estallar las visitas de youtube. Me quedé conforme con lo que salió y me divertí mucho escribiéndolo, sensación que espero se transmita a los eróticos ojos que lo lean.