Jennifer Aniston

No tendrías por qué votarme
si estuviera en política,
aunque fuera el el mejor
de todas las opciones
y encima serio y honesto.

No tendrías por qué comprar
mis cuadros de hace años
una vez que ya no esté
aunque sea importante,
renombrado y cotizado.

Ni leer ninguno de mis libros
aunque te gustara mi prosa
o quisieras encontrarte
en alguna descripción,
un reproche, una nostalgia.

Igual pienso que lo harías
porque, aun a mi pesar,
me habré quedado instalado
en un rincón con mi nombre
de tu cerebro gris y, tal vez,
también del alma roja.

Acerca de Fernández de Palleja

Treinta y Tres, de ahí vengo.
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