En campaña electoral,
con tantos pretendientes
al poder ejecutivo,
que intercambian bajezas,
que se bajan o que suben
y que pueden inclusive
aprovecharse del luto
para hacer su propaganda,
también soy precandidato.
Tengo una larga carrera
en calles, en comités
y mucha historia política,
he ocupado algunos cargos
por voluntad soberana
y he sido sustituido,
mi partido es invisible,
con poca financiación,
pero no puedo evitarlo.