366 grados, día 37

La flor de tus mentiras,
aunque esté flotante,
no vuela ni respira
sin su fertilizante.

Tus cortinas de opio
tienen olor marchito
de tanto y tanto acopio
infértil y ahíto.

Tus pétalos políticos
se nutren del contraste
humífero y crítico
con lo que ya pisaste.

Acerca de Fernández de Palleja

Treinta y Tres, de ahí vengo.
Esta entrada fue publicada en 366 grados, poema. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.